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Siembra y Cosecha de Agua: Soluciones Ancestrales que Están Transformando la Gestión del Agua en América Latina

Foto del escritor: Kari FusKari Fus

Actualizado: 20 nov 2024

El agua es un recurso vital, pero su disponibilidad se ha vuelto cada vez más escasa en muchas partes del mundo debido al cambio climático y la sobreexplotación de los ecosistemas. En respuesta a estos desafíos, comunidades rurales e indígenas han revivido antiguas técnicas de manejo del agua como la siembra y cosecha de agua, prácticas ancestrales que han demostrado ser eficaces para enfrentar la escasez hídrica y preservar el equilibrio de los ecosistemas. En este artículo exploramos las experiencias de Perú y otros países de América Latina en la implementación de estas estrategias.

La siembra y cosecha de agua en Perú

Perú, un país marcado por la gran variabilidad climática entre la costa desértica, la sierra y la selva, ha sido pionero en la revitalización de las técnicas de siembra y cosecha de agua. En las regiones andinas, las comunidades han retomado el uso de amunas, sistemas prehispánicos que consisten en desviar el agua de las lluvias hacia infiltraciones subterráneas, donde es almacenada en acuíferos para luego ser utilizada durante la temporada seca. Esta técnica no solo asegura el acceso al agua en periodos de sequía, sino que también ayuda a recargar las fuentes subterráneas de agua.

Uno de los proyectos más destacados es el implementado en la región de Huamantanga, en la cuenca alta del río Chillón. Aquí, las comunidades han trabajado en colaboración con ONGs y el gobierno para restaurar las amunas y mejorar su capacidad de captación y almacenamiento. Este esfuerzo ha permitido aumentar significativamente la disponibilidad de agua para la agricultura y el consumo humano en Lima, la ciudad más grande del país, especialmente durante los meses más secos.

En otras regiones, como Ayacucho y Ancash, también se están implementando proyectos de siembra y cosecha de agua. En el caso de Ayacucho, la construcción de pequeñas represas naturales en las cuencas altas ha permitido capturar el agua de las lluvias, generando una reserva que beneficia tanto a la agricultura como a las comunidades locales.

Experiencias en otros países de América Latina

La siembra y cosecha de agua no es exclusiva de Perú. Varios países de América Latina han comenzado a implementar o recuperar prácticas similares, adaptadas a sus propios contextos geográficos y climáticos.

Ecuador

En Ecuador, las comunidades indígenas de los Andes han utilizado técnicas tradicionales para gestionar el agua durante siglos. El uso de terrazas y acequias ha sido fundamental para controlar el flujo del agua y evitar la erosión en las laderas montañosas. En los últimos años, Ecuador ha promovido la recuperación de estas técnicas, especialmente en la región del páramo, donde se encuentran las fuentes que abastecen a las ciudades de Quito y Cuenca. Proyectos como la restauración de humedales y la construcción de albarradas (diques de tierra) han permitido a las comunidades capturar y almacenar agua para los tiempos de sequía.

Bolivia

En Bolivia, donde la escasez de agua ha sido un problema recurrente en áreas rurales, se ha impulsado la siembra de agua a través de la construcción de presas de infiltración y la reforestación con especies nativas que ayudan a retener el agua en los suelos. En la región de Cochabamba, la siembra y cosecha de agua ha sido clave para apoyar a las comunidades que dependen de la agricultura. Estos proyectos también han incluido la creación de sistemas de riego más eficientes que optimizan el uso del agua disponible.

México

En México, especialmente en las regiones semiáridas, las comunidades han desarrollado prácticas para cosechar agua de lluvia durante las estaciones húmedas. En el estado de Oaxaca, se están construyendo pequeñas presas y sistemas de captación que permiten almacenar el agua de lluvia en pozos o reservorios, asegurando el acceso al agua durante la temporada seca. Esta técnica ha mejorado las condiciones de vida de las comunidades rurales, garantizando el agua para la agricultura y el consumo doméstico.

Brasil

En el noreste de Brasil, una de las regiones más secas del país, las comunidades rurales han recurrido a la construcción de cisternas para la captación de agua de lluvia. El programa "Cisternas" ha instalado más de un millón de sistemas de almacenamiento en hogares rurales, ayudando a las familias a enfrentar la sequía y mejorar la seguridad hídrica. Este enfoque ha demostrado ser muy efectivo, ya que no solo proporciona agua potable, sino que también permite el cultivo de alimentos durante las sequías prolongadas.

Lecciones y oportunidades para el futuro

Las experiencias en Perú y otros países de América Latina muestran que la siembra y cosecha de agua es una estrategia eficaz y sostenible para enfrentar la escasez hídrica. Estas técnicas no solo proporcionan agua en los momentos más críticos, sino que también contribuyen a la recarga de acuíferos, la conservación de los ecosistemas y la seguridad hídrica de las comunidades.

El éxito de estas prácticas depende en gran medida de la participación comunitaria, el apoyo de los gobiernos y la incorporación de conocimientos científicos modernos para mejorar la eficiencia de los sistemas. En un contexto de creciente cambio climático, donde las sequías y la variabilidad de las lluvias se están volviendo más comunes, la siembra y cosecha de agua se presenta como una solución que puede ayudar a las comunidades a adaptarse y prosperar en condiciones adversas.

Además, hay un amplio potencial para replicar y escalar estas prácticas en otras regiones de América Latina y el mundo, donde la gestión sostenible del agua será esencial para garantizar el bienestar de las poblaciones y la conservación de los recursos naturales.



 
 
 

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